Title still working
La verdad sea dicha; no sé muy bien todavía porque estoy escribiendo
esta entrada, pero sé que me gusta mucho escribir, que me gustaría hacerlo más
y de manera periódica.
Y ¿quién sabe?, podríamos aproximarnos a esto como los asistentes
frecuentes a grupos de apoyo para adictos, un día a la vez.
Before u go any further... |
En estas semanas pasadas he experimentado situaciones nuevas,
aterradoras y que me recuerdan lo mucho que ignoro, lo mucho que aun puedo
aprender; nunca antes mis hijas se habían enfermado, no así de mal, no así de
no poder dormir (ni ellas ni yo). La impotencia, el sentirme morir por dentro
al ver su sufrimiento, el de mi esposa incluido, la ansiedad, la desesperación
por mi impotencia, el creer que Dios puede hacerse cargo de las cosas, pero in
the back of my mind la DUDA (sí, son mayúsculas).
Los pedazos de mi corazón están mejor, a Dios gracias... pero ese es el
punto; ¿puedo dar gracias a Dios si tuve esa duda?, ¿no es acaso un poco hipócrita
de mi parte?, ¿es realmente fe, si me asalta la duda? y luego viene lo
"bueno" o más bien viene la parte más complicada, cuando mi cerebro
empieza a desgraciarme, ¿realmente creo?, ¿de verdad he creído todo el tiempo?,
¿soy un fraude?...
Ahora mientras escribo recuerdo cosas, pero no con la mente, no con ese
aparato confundido por el miedo, limitado por mi inteligencia, recuerdo con mi
corazón, su Espíritu le dice a mi espíritu en un lenguaje que no comprendo que
ÉL estaba, está y estará conmigo ahí, que su mano es la que me sostiene, me dé
cuenta o no, que ellas son suyas, yo las tengo prestadas y que ÉL se hace cargo
de los suyos.
Sigo, pienso y siento a kilómetros por hora, en todo, lo que me ha
llamado a hacer, lo que he hecho, y me acuerdo que así como sin derramamiento
de sangre no hay remisión de pecado, también sin dolor hay recompensa y es el
camino, SU camino el que debemos recorrer, debemos crecer en ese camino,
madurar para poder cumplir nuestro propósito en la vida; porque esa es la
realidad, Dios a través de su hijo Jesús, nos dio vida, esperanza y propósito,
y sin ÉL nuestra vida carecería de sentido.
A mis 3 lectores, si aún andan por ahí: disculpen el exabrupto, pero
necesitaba vaciar mi alma en algún lado, y empezar a escribir fue mi escusa
Saludos desde la locura...
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Aquí, tu amigo Sugar, quien aun te considera un maestro.